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Son pocos los artistas que a lo largo de la historia, han suscitado en sus propios compañeros la necesidad de revisar su obra, y a modo de homenaje, elaborar versiones de sus trabajos más destacados. Diego Velázquez es uno de estos grandes pintores que ha conseguido este gran privilegio y que por tanto, ha influido profundamente y ha servido de inspiración para, numerosos creadores posteriores. De su célebre cuadro Las Meninas, existen miles de versiones pertenecientes a múltiples movimientos artísticos y que han sido realizadas por artistas procedentes de todos los puntos del planeta. 

El Museo Nacional del Prado exhibirá hasta el 30 de mayo, uno de estos ejemplos: Las meninas de Richard Hamilton (Londres, 1922).  Se trata de un aguafuerte de 1973 perteneciente al movimiento del Pop Art. Su título completo es In Homage to Picasso. Picasso's meninas, es decir, un homenaje al pintor malagueño a través de la reinterpretación que éste hizo de una de las indiscutibles estrellas del Prado.
La obra, de pequeño formato (75 x 57 cm) y propiedad de la Tate Gallery de Londres, reproduce en clave picasiana el famoso cuadro de Velázquez (1599-1660), sustituyendo su autorretrato por la efigie del propio Pablo Picasso (1881-1973), quien, a diferencia del original, no viste el oscuro hábito de caballero de Santiago y luce en el pecho, en lugar de una cruz roja, una hoz y un martillo.
El propio Picasso llegó a pintar hasta cerca de sesenta versiones de Las Meninas. Trabajó en esta serie  desde el 17 de agosto al 30 de diciembre de 1957.Sin embargo, partiendo del original, reinterpretó la obra introduciendo algunos elementos novedosos marcados por su impronta personal: palomas, retratos de su última esposa Jaqueline Roque, introduce luminosidad con un mayor número de ventanales, cambios en la disposición del cuadro optando por un formato horizontal que obliga a extender la imagen y bajar los techos, aumenta la dimensión del retrato de Velázquez para convertirlo en una colosal figura... 
La mayor parte de estos trabajos del artista malagueño, finalmente, fueron donados al Museo Picasso de Barcelona en 1968. No obstante, el Museo madrileño ha recuperado uno de los dibujos que éste realizó en agosto de 1957 para su exhibición junto a la versión Pop Art de Hamilton. En este cuadro concreto de Picasso, no sólo se establece una vinculación con Velázquez, sino que queda la huella de toda una tradición que arranca en el siglo XVII y desemboca en la producción de Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828).
Goya es el otro punto referencial en lo que a mirada sobre Velázquez se refiere. A los 32 años aprovecha la convalecencia de una enfermedad para hacer 16 grabados de las obras de Velázquez, incluyendo el retrato de las infantas, algunos de los cuales se han  se han incluido en la muestra. Pero donde más se nota la influencia de Las meninas, según explican los historiadores del arte,  es en una de sus obras más importantes, La familia de Carlos IV. En ella, Goya se retrata “al estilo de Velázquez en Las Meninas”, toma la misma posición para aparecer en el retrato real. Le influye igualmente, el espacio, la disposición de los personajes... aunque también posea claras diferencias.  


La admiración de Salvador Dalí hacia la figura y la obra de Velázquez es harto conocida. "La costumbre de Velázquez de pintar en el mismo lugar en que tiene lugar la escena, lo que convertía sus cuadros en instantáneas fotográficas, probablemente logró seducir al artista" señala Carme Ruiz de la Fundación Gala-Salvador Dalí. Esta admiración está presente desde muy pronto en Dalí, e incluso se pone de manifiesto en su vida privada. "La casa de Portlligat, por ejemplo, está decorada con una serie de retratos de personajes con bigote, entre ellos el de Velázquez. Dalí solía decir que coleccionaba bigotes, sobre  todo si eran famosos. En una de las paredes de su taller, asimismo, podemos contemplar una reproducción cuadriculada de Las Meninas.", recoge Carme Ruiz en su artículo “¿Qué hay de nuevo? Velázquez.” Salvador Dalí y Velázquez

Durante toda su vida, se hará patente la manifiesta influencia del pintor sevillano en Dalí, especialmente en los años 50-60, dentro de su etapa de mística nuclear,  y siempre sin olvidar su estilo único y característico. Nos brindan buen testimonio de ello pinturas tales como Velázquez pintando a la infanta Margarita con las luces y las sombras de su propia gloria (1958), Retrato de Juan de Pareja reparando una cuerda de su mandolina (1960) Velázquez y un personaje (1982), La infanta Margarita María de Velázquez apareciendo en la silueta de los caballeros en el patio de El Escorial (1982) y por su puesto, su propia y particular visión de Las Meninas (1960). 


A partir de todos estos artistas, otros muchos han querido homenajear a Velázquez con interesantes versiones para todos los gustos:  
Joel-Peter Witkin's, Las Meninas




Aguijarro, Las Meninas Mininas
Equipo Crónica:Rafael Solbes, Las Meninas.
Sebastian Dufour, Las meninas






Florencia Cassano, Homenaje a Velázquez. Las Meninas. 
Hidalgo Serralvo, Las meninas






Incluso, algunos han ido más allá y aprovechando las nuevas tecnologías han imaginado como pudo haber sido el "making off" del conocido cuadro: 89 Seconds at the Alcazar. 



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